domingo, 30 de agosto de 2015

No todos los problemas del sueño se resuelven con medicinas

La semana pasada acudió a mi consulta don Esteban, traído por su hijo Eduardo, quien estaba muy preocupado porque su padre no podía dormir bien y me pidió que le recete una pastilla para que duerma. Don Esteban es un viudo de 90 años de edad que durante su juventud fue un militar muy disciplinado y quien llevaba una vida muy ordenada, acostumbrado a levantarse, acostarse, ingerir sus alimentos, etc siempre a la misma hora. Luego de enviudar, don Esteban se fue a vivir a la casa de su hijo menor Eduardo, quien tiene cuatro hijos adolescentes que eran fanáticos del rock, y que solían escuchar música con el volumen muy alto y a altas horas de la noche. Al interrogarles sobre sus hábitos de sueño, Eduardo me dijo que solía acostar a su padre a las 7 de la noche, prácticamente inmediatamente luego de cenar. Don Esteban sufría de artrosis que le ocasionaba mucho dolor en las rodillas y un enfisema moderado (enfermedad de los bronquios), que en algunas ocasiones le impedía respirar bien. Solía tomar analgésicos para el dolor de las rodillas e inhaladores para el problema del enfisema. Posteriormente pude comprobar que don Esteban lloraba todas las noches recordando a su esposa Clara recién fallecida. SIN MEDICAMENTOS Prácticamente lo único que me pidió el hijo para solucionar el problema de su padre era que le recetara “un remedio para dormir”. Le tuve que explicar a Eduardo que su padre tenía varios problemas externos que le producían muchos problemas del sueño y que solucionados estos, sus problemas se podrían resolver sin necesidad de administrarle medicamentos para dormir. Le expliqué que acostar a una persona a las 7 de la noche, implicaría que esa persona luego de 8 horas ya debería de estar despierta o sea a las 3 de la mañana, de manera que lo acostaba muy temprano, luego que el ruido que ocasionaban los hijos no era prudente ni saludable, que el dolor de rodillas también le ocasionaba problemas, lo mismo que el uso de este tipo de inhalador pues producía taquicardia y temblor del cuerpo. Le explique que don Esteban estaba cursando un problema depresivo porque aún se encontraba en la fase del duelo y que este todavía no estaba resuelto. Eduardo optó por acostar a su padre más tarde, a las 11 de la noche, luego que don Esteban viera un poco de televisión, acompañado de la familia, dejaba reposar un par de horas la ingesta de la cena, se le administró un tratamiento para el dolor de la rodilla, y se le cambió el inhalador que incluso ya no se lo aplicaba inmediatamente antes de dormir sino unas horas antes, sus nietos entendieron que no debían de poner la música con el volumen tan alto y finalmente le administré un tratamiento para la depresión. Don Esteban recién pudo dormir adecuadamente. Con el transcurrir de los días, mejoró su estado de ánimo, su apetito, era más activo, más dinámico y los dolores comenzaron a desaparecer, así como su cuadro depresivo. Es importante dormir bien (en calidad y en cantidad). El sueño es una necesidad fisiológica muy importante para todos nosotros, así como lo es alimentarse, abrigarse, orinar y defecar. Por lo tanto debemos de cuidar de nuestro sueño y de las personas que dependen de nosotros, hijos pequeños, y padres muy ancianos. No existe un número de horas establecido para dormir, suele oscilar entre 6 y 10 horas, de manera que el promedio de 8 horas. Lo ideal es que al día siguiente luego de despertar, la persona sienta que ha tenido un sueño reconfortante y reparador. PRIMERO BUSCAR LA CAUSA DEL INSOMNIO Muchas veces queremos solucionar los problemas del sueño con una pastilla y muchas veces algunos médicos suelen indicar de manera refleja este tipo de medicamentos cuando el paciente le informa que no duerme bien. Antes de administrar estos remedios, debemos de evaluar algunos problemas externos de la persona como el ambiente, si es fresco, templado, sin ruidos y sin mucha luz. A veces cerrando las ventanas, corriendo las cortinas o cerrando las puertas para evitar el ruido vamos solucionando algunos problemas. En otras ocasiones muchas enfermedades que pueda padecer nuestro paciente son los responsables del insomnio, principalmente el dolor, nadie puede dormir con dolor, en otras la falta de aire, el estreñimiento, los cólicos, enfermedad tiroidea, la enfermedad de Parkinson y la depresión entre varios, son los responsables. Algunos medicamentos son los que quitan el sueño, como los antigripales, medicamentos para el asma, tiroides, relajantes etc, así como el alcohol y el café. El estrés y los problemas de ansiedad también suelen considerarse. RECOMENDACIONES Se debe de tener un ambiente adecuado para dormir, sin ruidos, luces, buena temperatura. No ingerir alimentos inmediatamente antes de acostarse, se debe de esperar por lo menos dos horas. No realizar deporte y actividades físicas intensas antes de dormir. Se debe de tener un horario, para acostarse y despertarse. Si hay problemas del sueño evitar las siestas prolongadas durante el día. Durante el día, No usar pijama (muchas veces los adultos mayores están con pijama todo el día). Dejar los problemas de TRABAJO en el trabajo o durante el día. Evitar la ingesta de alcohol y café antes de acostarse. Acudir al médico para los chequeos regulares de la presión arterial, glucosa, colesterol y el peso. Muchas veces una taza de leche caliente ayuda, un baño con agua tibia es un muy buen relajante. Acudir a las hierbas naturales, relajantes como la manzanilla, el toronjil, pimpinela o valeriana. Si a pesar de todo lo recomendado, no se logra conciliar el sueño recién el médico puede indicar el medicamento adecuado y este debe de ser administrado por breve tiempo, máximo unas dos o tres semanas. CARLOS SANDOVAL CÁCERES

domingo, 23 de agosto de 2015

“No todos los casos de olvidos están relacionados a las demencias o a la Enfermedad de Alzheimer”

Es muy frecuente en la consulta diaria, que acudan los pacientes preocupados por la presencia de olvidos o por la aparición reciente de éstos, porque según ellos, se están olvidando de las cosas, algunos a manera de broma suelen decir, que hay un “Alemán” que les está robando su memoria. La experiencia personal me ha mostrado que cuando viene a la consulta el paciente solo y que es una persona independiente preocupado por su memoria, éste paciente casi siempre está bien de su memoria, estado que corroboro con la entrevista, algunos exámenes de laboratorios y exámenes de imágenes del cerebro, por lo tanto no tiene la terrible enfermedad que nos preocupa y asusta a todos, La Enfermedad de Alzheimer. Recuerdo el caso de Don Lucho, un maestro jubilado de 80 años que trabajó en una escuela primaria del Ministerio de Educación y que por las tardes enseñaba matemáticas en una academia preuniversitaria. Don Lucho se jubiló a los 70 años y continuó dictando sus clases particulares en la academia preuniversitaria hasta los 75. Durante los últimos 5 años se dedicó a leer novelas, el periódico, y a caminar, porque como lo mencionó en la entrevista era un hombre muy activo y no le gustaba quedarse quieto en la casa sin hacer nada. Don Lucho sufría de diabetes mellitus y de hipertensión arterial, ambas enfermedades estaban bien controladas pues Don Lucho era un paciente muy disciplinado que tomaba puntualmente las medicinas que le indicaba su médico del Seguro Social a donde acudía todos los meses. Acudió a mi consulta quejándose de que se olvidaba de las cosas, de que en algunas ocasiones no encontraba las llaves de la casa o el control remoto del televisor y que en algunas ocasiones no podía recordar algunas palabras frecuentes. Don Lucho era soltero y vivía solo en un departamento, una vez por semana acudía una señorita que realizaba la limpieza de la casa, desayunaba y almorzaba en una restaurante cerca a su casa que le daba pensión regular y por las noches solo cenaba un sándwich y una taza de té, en general Don Lucho vivía tranquilo, sin problemas. Durante toda la entrevista Don Lucho se encontró cordial, atento y me respondió todas las preguntas que le hice, como la fecha, el día, la hora aproximada, el lugar en donde estábamos. Le pregunté sobre datos más complejos sobre el nombre de presidentes, alcaldes, capitales, actores de cine etc, todas las respondió sin ningún problema, posteriormente le ordené una serie de análisis de laboratorio que incluía un hemograma, glucosa, colesterol pruebas hepáticas y de tiroides. Finalmente y a insistencia de él, le solicité una tomografía de cerebro. A la semana siguiente cuando acudió por los resultados, pudimos ver que todos los análisis indicados estaban bien, incluida la tomografía del cerebro, salvo un leve incremento en los valores normales del colesterol por lo que le sugerí que disminuyera el consumo de frituras y carnes rojas. Le explique que no se preocupara, que por el momento su cerebro estaba bien, y que la razón de sus olvidos era por una situación muy común y completamente normal que se llama Deterioro de la memoria asociada a la Edad. Un término aceptado en la literatura médica y reconocido como un problema frecuente y común. El Deterioro de la memoria asociada a la edad (DMAE) es un término que propuso El National Institute of Mental Health (NIMH) de los Estados Unidos incluso tiene sus criterios de inclusión y exclusión para considerarlo como tal, y se refiere básicamente a los olvidos que puede presentar cualquier persona mayor de 50 años y que no comprometa su funcionalidad, su independencia y su libertar para realizar las actividades básicas de la vida diaria de la persona. Muchas veces está relacionado con la disminución de la atención y al distraimiento, que muchas personas lo presentan. Por lo tanto, el olvidarse de las llaves del auto, del control remoto del televisor, de la cartera etc, o de algunas palabras que las tenemos en la punta de la lengua, no debería de asustarnos, mucho, pues los olvidos relacionados a la edad son procesos normales. El cerebro al igual que los demás órganos del organismo como el riñón, el hígado y el corazón, también envejecen y ya no están al 100 % de su funcionalidad como cuando se tenía 20 o 30 años, todos los órganos se van deteriorando producto del envejecimiento, lo mismo el cerebro. Pero al igual que Don Lucho siempre es bueno y necesario que acudamos a nuestro médico de cabecera para hacernos un chequeo regular y descartar no solo problemas de la memoria sino de toda la salud en general. Vemos que muchos pacientes se preocupan de su memoria y no se preocupan de cómo funcionan sus demás órganos como su riñón, su hígado o su corazón, el chequeo médico general es muy importante. Hasta la próxima si Dios lo permite Dr. Carlos Sandoval Médico Geriatra pachogeriatra@yahoo.es