La incontinencia urinaria
Un serio problema muy común en el adulto mayor pero por ser muy frecuente no lo hace normal
Muchas veces creemos que algún problema común en el adulto mayor por el hecho de ser muy frecuente en esta etapa de la vida, hace que parezca normal. Hace unas semanas en esta revista comentábamos que el dolor es muy frecuente en el adulto mayor pero que siempre se debía a alguna causa que lo produjera, Lo mismo sucede con la incontinencia urinaria.
Veamos rápidamente cuatro historias.
LA HISTORIA DE AMELIA
Amelia era una mujer de 75 años, enfermera jubilada, con 6 hijos, todos nacidos de parto normal, muy activa, dinámica y colaboradora. Comenzó a presentar algunos escapes de orina cuando se reía, tocia, estornudaba o levantaba algún peso. Eran escapes de orina muy pequeños y salían de manera involuntaria. Amelia comenzó a utilizar unos pañales delgados tipo toallas higiénicas. Acudió al médico quien le diagnósticó que presentaba un cuadro de incontinencia de estrés.
LA HISTORIA DE PEDRO
Pedro era un varón de 80 años, que sufría de Parkinson, desde hace unos 8 años, y que llevaba bien controlada su enfermedad a base de medicamentos y terapias. De repente, comenzó a notar que mojaba su pantalón de orina sin que se diera cuenta y sin poder controlarlo. Era una gran cantidad de orina que mojaba gran parte del pantalón y lo curioso es que a veces no se daba cuenta en el momento que se orinaba. Acudió al médico y este le diagnosticó incontinencia urinaria de rebosamiento.
LA HISTORIA DE MARÍA EUGENIA
María Eugenia era una mujer de 65, activa que se dedicaba al comercio, y aun trabajaba, tenía una vida social muy activa. Su problema consistía en que cuando sentía la necesidad imperiosa de orinar, iba corriendo al baño, y justo ya en la puerta de entrada éste, se le escapa una gran cantidad de orina. María Eugenia sí sentía la necesidad y notaba cómo se iba mojando la falda y que quedaba marcado la mancha de orina en su vestido. Acudió al médico y él le diagnosticó, incontinencia urinaria de urgencia
LA HISTORIA DE CARLOS
Carlos tenía 90 años, desde hace 5 años diagnosticado de Alzheimer, y desde hace dos meses comenzó a orinarse en la ropa y a no controlar los esfínteres. Fue llevado por su hija al médico y éste le diagnosticó incontinencia uriana funcional.
Vemos en estas cuatro historias, todas diferentes, cuatro tipos de incontinencia urinaria, la de estrés (también conocida como de esfuerzo), la de rebosamiento, la de urgencia y la funcional.
Cada uno de estos cuatro tipos de incontinencia urinaria, van a presentar diferentes casusas de origen, diferentes cuadros clínicos y diferentes tratamientos.
De manera que por un lado la incontinencia urinaria no es algo normal del envejecimiento y ésta cuando se presenta debe de ser investigada sus causas, observar con detalle el cuadro clínico y proponer el tratamiento adecuado para cada una de ellas.
La incontinencia urinaria de estrés, se va a caracterizar porque se presenta generalmente en mujeres multíparas, que han tenidos más de tres partos naturales (vaginales) y que a la hora del trabajo del parto pujaron mucho ocasionando una debilidad del piso pelviano, que con el tiempo, el peso, van a ocasionar este tipo de incontinencia que se caracteriza por la expulsión de pequeños volúmenes de orina. Su tratamiento dependiendo de la gravedad del cuadro consiste en cremas vaginales indicadas por el médico e incluso la operación, en caso de que se llegue al prolapso vaginal.
La incontinencia urinaria por rebosamiento, se va a caracterizar porque la vejiga no tiene un adecuado tono muscular, a éste tipo de vejiga se le conoce como vejiga neurogénica generalmente producida por lesión nerviosa a nivel periférico, o sea la vejiga no tiene tono muscular, y al no haber el tono muscular la vejiga se expande como si fuese un globo de agua. Posteriormente el propio peso sale la orina como rebalsando sin que el enfermo lo note. Se presenta en pacientes con enfermedad de Parkinson, diabetes mellitus o lesiones de la medula espinal. Su tratamiento es crearle al paciente horarios para ir al baño (así no tenga ganas), para organizarle una rutina y en los casos graves se termina usando sonda urinaria.
La incontinencia urinaria por urgencia. La persona siente la sensación de ir al baño, pero cuando llega este le gana ocasionando expulsión de una gran cantidad de orina. Este caso se denomina vejiga irritativa, se puede presentar en personas con lesiones nerviosas centrales, secuela de infarto cerebral, uso de medicamentos etc. Su tratamiento es con medicamentos.
La incontinencia urinaria funcional se va a caracterizar por que el aparato urinario está funcionando adecuadamente, pero el problema es a otro nivel como el caso del enfermo de Alzheimer, que el control voluntario de la micción esté perdido. El tratamiento consiste en crearle, al paciente, horarios para orinar y cuando éste falla se recurre al empleo del pañal.
La micción es un acto individual y privado, que socialmente no está aceptado hacerlo público. La incontinencia urinaria no es normal, y muchas veces presentarlo puede conducir a la persona a la depresión, no desea salir de su casa pues piensa que se va a orinar, y va a sentirse inútil y pueril. Esto lo puede llevar a su vez al aislamiento social y a presentar conductas anormales que pueden requerirá ayuda profesional.
Hasta Pronto
Dr. Carlos Sandoval Caceres
Medico geriatra
pachogeriatra@yahoo.es
domingo, 25 de octubre de 2015
Me persigue un Aleman
¡Me persigue un Alemán!
Confrontando a la enfermedad de Alzheimer
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
pachogeriatra@yahoo.es
En más de una ocasión le he escuchado decir a más de uno de mis pacientes esta frase (“Me persigue un alemán) cuando se olvidan de alguna palabra, algún hecho reciente o simplemente cualquier recuerdo.
Mucha gente toma a esta expresión como chiste, broma o simplemente como un comentario muy superficial sin tomar en cuenta de que se trata de una de las enfermedades más terribles y devastadoras que le ha tocado vivir al ser humano, sobretodo en nuestros tiempos, que no solo le produce grandes problemas al enfermo que la padece sino también a sus seres queridos que lo rodean. Debido al aumento de la esperanza de vida en el mundo, cada día hay más ancianos por lo tanto existen más y más casos de ésta terrible enfermedad.
Veamos la historia de Roberto
Roberto era un abogado exitoso de 85 años, profesor universitario de gran trayectoria, gran lector de manera que era una persona muy culta e informada, aficionado a la historia y a la antropología, que era su pasión y entretenimiento, y que a pesar de no ser su profesión dominaba el tema como un experto en la materia.
A los 65 años comenzó a presentar los primeros olvidos, se olvidaba generalmente de hechos recientes, como fechas, citas y a veces no le salían algunas palabras mientras conversaba o escribía. Debido a su gran cultura cuando no le salía una palabra usaba un sinónimo o una palabra relacionada y solucionaba momentáneamente su problema de memoria. Posteriormente el problema de la memoria se intensificó de manera que tanto su esposa como sus hijas notaron el problema. En una ocasión le reclamó a su hija mayor que porqué ya no lo llamaba ni lo visitaba, le dijo ya no lo quería y que lo tenía olvidado. El detalle fue que justo ese mismo día por la mañana su hija había estado con él desayunando en la casa. Comenzaron a preocuparse por el estado de su padre por lo que lo llevaron al médico.
El médico luego de examinarlo y evaluarlo, le pidió una serie de análisis de laboratorio, una tomografía de cerebro, y lo derivó al psicólogo para que le haga una evaluación neuropsicológica que consiste en una serie de pruebas y test mentales para descartar problemas de la cognición (memoria, orientación, cálculo, juicio, razonamiento etc, que cuyo déficit nos lleva a la demencia), así como pruebas para descartar depresión o cualquier otro problema psicológico.
El informe arrojó que Roberto presentaba un cuadro de demencia tipo Alzheimer en su fase inicial, su médico le recomendó a su esposa que Roberto inicie un tratamiento para esta enfermedad, que consiste básicamente en terapias cognitivas para estimular a sus neuronas y la conexión que existe entre éstas, le explicó así mismo que no existe un tratamiento farmacológico de eficacia comprobada pero que por lo menos al inicio de la enfermedad ayuda sobretodo en la memoria y en las actividades de la vida diaria.
Con el tiempo, Roberto comenzó cada vez a ser más dependiente, ya no solo se olvidaba de las cosas recientes sino también de las antiguas, dejó de usar adecuadamente algunos instrumentos como el tenedor, la rasuradora, incluso había que ayudarlo a vestirse.
Finalmente Roberto dejó de caminar, necesitaba ayuda para casi todas las cosas, incluso para alimentarlo, vestirlo, asearlo ya no reconocía ni siquiera a su esposa ni a sus hijas, usaba pañales, quedando confinado a su cama.
Una enfermedad devastadora que te quita la personalidad
La enfermedad de Alzheimer no solo afecta la salud física y mental de quien la padece sino que compromete su situación civil como ciudadano, va a impedir que el enfermo pueda firmar cheques, acudir al banco, hacer compras mayores, delegar herencias, transferencias etc. Va a llegar el momento en que los hijos u algún otro familiar van a solicitar que se le declare al enfermo interdicto para poder hacerse cargo de sus cuentas, su sueldo y cualquier trámite que el enfermo no pueda realizar. Esto se logra a través de una Decreto Judicial que lo emite el juez y se le declarara interdicto a la persona y otra persona, a quien se llama curador que generalmente es el conyugue o un hijo quien se va a encargar de los trámites y derechos del enfermo, pues éste ya no lo puede hacer solo.
Esta enfermedad no tiene cura ni remedio por el momento
Lamentablemente esta enfermedad no tiene cura, ni remedio que lo trate, o que por lo menos detenga su avance, es una enfermedad progresiva que va aumentando en intensidad y cada vez compromete la salud de la persona. Se ha investigado mucho, cada día se conoce más de esta enfermedad, pero aún no se logra dar con el tratamiento, incluso se estudian posibles vacunas. Los únicos fármacos reconocidos y autorizados no curan ni detienen la enfermedad solo ayudan en sus fases iniciales para mejorar los síntomas tanto de la memoria como las habilidades para realizar las actividades de la vida diaria.
Solo Dar mucho amor a quien lo sufre
Esta enfermedad además de ser devastadora para el enfermo lo es también para la familia pues, la familia sufre mucho al ver que día a día su ser querido se deteriora cada vez más, se hace más dependiente, débil y deja de ser él mismo etc. Es una enfermedad ingrata pues a pesar del amor y cariño que los familiares le brinden al paciente, éste no lo va a reconocer pues no se da cuenta y si se diera cuenta, lo va a olvidar inmediatamente. A veces estresa y cansa a los familiares (Síndrome del cuidador) por eso se recomiendan estrategias para el apoyo y suporte familiar, que participen no solo un hijo o hija, sino que lo hagan todos, incluso nietos, nueras, yernos y sobrinos.
Sólo nos queda darle amor a quien la padece pues esta persona cuando estuvo sano y fuerte nos dio amor, apoyo y comprensión cuando fuimos pequeños.
Hasta Pronto
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
pachogeriatra@yahoo.es
Me persigue un Aleman
¡Me persigue un Alemán!
Confrontando a la enfermedad de Alzheimer
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
pachogeriatra@yahoo.es
En más de una ocasión le he escuchado decir a más de uno de mis pacientes esta frase (“Me persigue un alemán) cuando se olvidan de alguna palabra, algún hecho reciente o simplemente cualquier recuerdo.
Mucha gente toma a esta expresión como chiste, broma o simplemente como un comentario muy superficial sin tomar en cuenta de que se trata de una de las enfermedades más terribles y devastadoras que le ha tocado vivir al ser humano, sobretodo en nuestros tiempos, que no solo le produce grandes problemas al enfermo que la padece sino también a sus seres queridos que lo rodean. Debido al aumento de la esperanza de vida en el mundo, cada día hay más ancianos por lo tanto existen más y más casos de ésta terrible enfermedad.
Veamos la historia de Roberto
Roberto era un abogado exitoso de 85 años, profesor universitario de gran trayectoria, gran lector de manera que era una persona muy culta e informada, aficionado a la historia y a la antropología, que era su pasión y entretenimiento, y que a pesar de no ser su profesión dominaba el tema como un experto en la materia.
A los 65 años comenzó a presentar los primeros olvidos, se olvidaba generalmente de hechos recientes, como fechas, citas y a veces no le salían algunas palabras mientras conversaba o escribía. Debido a su gran cultura cuando no le salía una palabra usaba un sinónimo o una palabra relacionada y solucionaba momentáneamente su problema de memoria. Posteriormente el problema de la memoria se intensificó de manera que tanto su esposa como sus hijas notaron el problema. En una ocasión le reclamó a su hija mayor que porqué ya no lo llamaba ni lo visitaba, le dijo ya no lo quería y que lo tenía olvidado. El detalle fue que justo ese mismo día por la mañana su hija había estado con él desayunando en la casa. Comenzaron a preocuparse por el estado de su padre por lo que lo llevaron al médico.
El médico luego de examinarlo y evaluarlo, le pidió una serie de análisis de laboratorio, una tomografía de cerebro, y lo derivó al psicólogo para que le haga una evaluación neuropsicológica que consiste en una serie de pruebas y test mentales para descartar problemas de la cognición (memoria, orientación, cálculo, juicio, razonamiento etc, que cuyo déficit nos lleva a la demencia), así como pruebas para descartar depresión o cualquier otro problema psicológico.
El informe arrojó que Roberto presentaba un cuadro de demencia tipo Alzheimer en su fase inicial, su médico le recomendó a su esposa que Roberto inicie un tratamiento para esta enfermedad, que consiste básicamente en terapias cognitivas para estimular a sus neuronas y la conexión que existe entre éstas, le explicó así mismo que no existe un tratamiento farmacológico de eficacia comprobada pero que por lo menos al inicio de la enfermedad ayuda sobretodo en la memoria y en las actividades de la vida diaria.
Con el tiempo, Roberto comenzó cada vez a ser más dependiente, ya no solo se olvidaba de las cosas recientes sino también de las antiguas, dejó de usar adecuadamente algunos instrumentos como el tenedor, la rasuradora, incluso había que ayudarlo a vestirse.
Finalmente Roberto dejó de caminar, necesitaba ayuda para casi todas las cosas, incluso para alimentarlo, vestirlo, asearlo ya no reconocía ni siquiera a su esposa ni a sus hijas, usaba pañales, quedando confinado a su cama.
Una enfermedad devastadora que te quita la personalidad
La enfermedad de Alzheimer no solo afecta la salud física y mental de quien la padece sino que compromete su situación civil como ciudadano, va a impedir que el enfermo pueda firmar cheques, acudir al banco, hacer compras mayores, delegar herencias, transferencias etc. Va a llegar el momento en que los hijos u algún otro familiar van a solicitar que se le declare al enfermo interdicto para poder hacerse cargo de sus cuentas, su sueldo y cualquier trámite que el enfermo no pueda realizar. Esto se logra a través de una Decreto Judicial que lo emite el juez y se le declarara interdicto a la persona y otra persona, a quien se llama curador que generalmente es el conyugue o un hijo quien se va a encargar de los trámites y derechos del enfermo, pues éste ya no lo puede hacer solo.
Esta enfermedad no tiene cura ni remedio por el momento
Lamentablemente esta enfermedad no tiene cura, ni remedio que lo trate, o que por lo menos detenga su avance, es una enfermedad progresiva que va aumentando en intensidad y cada vez compromete la salud de la persona. Se ha investigado mucho, cada día se conoce más de esta enfermedad, pero aún no se logra dar con el tratamiento, incluso se estudian posibles vacunas. Los únicos fármacos reconocidos y autorizados no curan ni detienen la enfermedad solo ayudan en sus fases iniciales para mejorar los síntomas tanto de la memoria como las habilidades para realizar las actividades de la vida diaria.
Solo Dar mucho amor a quien lo sufre
Esta enfermedad además de ser devastadora para el enfermo lo es también para la familia pues, la familia sufre mucho al ver que día a día su ser querido se deteriora cada vez más, se hace más dependiente, débil y deja de ser él mismo etc. Es una enfermedad ingrata pues a pesar del amor y cariño que los familiares le brinden al paciente, éste no lo va a reconocer pues no se da cuenta y si se diera cuenta, lo va a olvidar inmediatamente. A veces estresa y cansa a los familiares (Síndrome del cuidador) por eso se recomiendan estrategias para el apoyo y suporte familiar, que participen no solo un hijo o hija, sino que lo hagan todos, incluso nietos, nueras, yernos y sobrinos.
Sólo nos queda darle amor a quien la padece pues esta persona cuando estuvo sano y fuerte nos dio amor, apoyo y comprensión cuando fuimos pequeños.
Hasta Pronto
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
pachogeriatra@yahoo.es
Suscribirse a:
Entradas (Atom)