domingo, 26 de junio de 2016

Cuidado: ningún dolor es normal


El dolor crónico en el Adulto Mayor 
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
consultas@geriatrasandoval.com
Una anécdota muy conocida le ocurrió a un médico, que atendía a un paciente de 85 años, quien consultaba por un dolor en la rodilla derecha. El médico le dijo qué podría esperar a los 85 años, que era normal que a los 85 años le doliera la rodilla derecha. El paciente un poco enojado y decepcionado le dijo, que su rodilla izquierda también tenía 85 años y no le dolía.
Existen una serie de problemas muy frecuentes y comunes que se van a presentar en los adultos mayores y debido a su frecuencia muchas veces son confundidos como procesos normales propios del envejecimiento, con el cual debemos de cargar sin hacer nada, pues es “parte del envejecimiento”.
A estas situaciones frecuentes se les conoce como los Síndromes Geriátricos. Existen varios síndromes geriátricos como las caídas, la incontinencia urinaria, el inmovilismo, las demencias (los olvidos que se incrementan con el tiempo) que son muy frecuentes en el adulto mayor y que al ser frecuentes se les suele considerar como “algo normal”, tanto por la sociedad, el propio paciente confundido e incluso por algunos médicos (como el médico del caso anecdótico). Uno de los síndromes geriátricos muy frecuentes es el dolor.
El dolor es una sensación subjetiva y desagradable que experimenta la persona, producto de una agresión (injuria o daño) que podría ser mecánica, química, inflamatoria, etc. El dolor es una situación muy personal e individual, cada uno experimenta esa experiencia de manera particular, algunas personas tienen una mayor resistencia al dolor que otras, unos pueden tener el mismo dolor durante varias horas o días mientras que otra persona con ese mismo dolor ya se hubiera desmayado o chocado, pues se ha reportado casos de desmayos y choques (shock) por dolor.
Debemos de dejar claro que el dolor NO es una consecuencia normal del proceso del envejecimiento, incluso no es normal en ninguna etapa de la vida, el dolor responde a una agresión hacia el organismo y que éste nos lo comunica e interpreta con dolor, que es un mecanismo de defensa y huida para evitar esta situación.
Cuando un anciano te dice que le duele es porque le duele.
Debemos de prestar mucha atención a los síntomas y lo que nos manifiestan nuestros adultos mayores, muchas veces se les trata como a muchachos caprichosos que se quejan de todo y por todo mientras que la realidad es otra, o se les dice que “son los achaques propios de la vejez”.
Si un anciano refiere que le duele alguna parte de su cuerpo, esa información hay que tomarla muy en serio y creerle y nunca pensar que el dolor es parte normal del envejecimiento. Hay que averiguar e investigar la causa del dolor, es decir, el origen de ese dolor. Para esto se debe de aplicar la semiología del dolor, la ubicación, la irradiación, el tipo de dolor (ardor, retorcijón, punzada, quemazón, etc.), preguntar qué condiciones y situaciones aumentan el dolor: como el movilizarse, respirar, toser y cuales lo disminuyen como el reposo, o el movimiento.
EXISTEN VARIOS TIPOS DE DOLOR
Existen varias clasificaciones para determinar el tipo de dolor, algunos lo clasifican si es un dolor superficial o profundo. Otro tipo si es agudo (de pocas horas o días de evolución) o crónico de varios días, semanas y meses de evolución y finalmente de acuerdo a la estructura comprometida, si es la articulación (generalmente en las artritis y artrosis), en los nervios periféricos (dolor neuropático), o de alguna víscera hueca (generalmente los cólicos intestinales).
De tal manera que cuando un adulto mayor se queja de dolor, hay que definir de qué tipo de dolor se trata y definir su localización y características, ya que el tratamiento que va a recibir el enfermo es diferente de acuerdo al tipo del dolor.
Generalmente los dolores de tipo inflamatorio como la artrosis o la artritis suelen responder bien a los antiinflamatorios, los dolores neuropáticos, como las neuropatías diabéticas o post herpética (secuela de haber presentado herpes zoster) suelen responder bien a los antiepilépticos del tipo Gabapentina o Pregabalina y los dolores de víscera hueca, responden bien a los antiespasmódicos.
Cuando el dolor se hace crónico muchas veces el tratamiento farmacológico es muy complicado, pues los medicamentos no suelen responder como se espera y además algunos de ellos como los antinflamatorios administrados de manera crónica y en dosis elevadas, podrían ocasionar cuadros de gastritis, úlceras gástricas y hemorragias digestivas, etc.
Los medicamentos no son los únicos tratamientos disponibles
Para el tratamiento del dolor crónico y en especial si se trata de un adulto mayor, existen algunas alternativas con demostrada experiencia, entre ellas, las terapias farmacológicas y las terapias no farmacológicas. De las primeras ya se comentó, dentro de las segundas podemos contar con la fisioterapia (terapia física) y los agentes físicos como la parafina, el ultrasonido, electricidad y los ejercicios programados de acuerdo al tipo de dolor. La acupuntura en manos expertas y entrenadas ha manifestado buenos resultados, hay métodos de relajación y meditación.
No todos los medicamentos se aplican en tabletas o inyecciones, ahora los hay en parches, cremas, ungüentos, lociones y frotaciones. Dentro de la medicina tradicional peruana existen algunos emplastos de hojas de yantén, coca, muña etc.
MITOS CONTRA LA MORFINA Y DERIVADOS
La morfina es un analgésico conocido desde hace muchos años y deriva del opio, de ahí que se incluye en el grupo de medicamentos opiáceos y antiguamente fue usado para calmar el dolor, pero uno de sus efectos colaterales era que podía ocasionar dependencia, de ahí que es un fármaco al cual se le tiene muchos prejuicios y se tejen mitos e historias alrededor de él.
Si no hay respuesta positiva al tratamiento analgésico convencional, no debemos de dudar en administrar morfina a nuestro paciente, pues esta se puede administrar en gotas, tabletas, cremas, parches, ampollas e incluso supositorios, El tratamiento debe de ser de acuerdo a la respuesta de nuestro paciente, es decir comenzar con una dosis baja e ir aumentando en intensidad de acuerdo a los resultados evidenciados.
Está demostrado que más se le teme al dolor que a la propia muerte, el anciano está familiarizado con el tema de la muerte pues cuando éste llega a la etapa de adulto mayor para ese entonces, muchos de sus amigos y familiares contemporáneos ya han fallecido por lo que saben que a cierta edad el tema de la muerte va a ser cada vez más frecuente. Hay estudios que han demostrado que más temor se le tiene al dolor, al morir con dolor; se le tiene más miedo al dolor que al cáncer. Es un tema de derechos humanos, calidad de vida y de dignidad vivir y morir sin dolor. No permitamos que nuestros familiares y nuestros pacientes vivan con dolor. La ciencia y la medicina han progresado mucho como para dejar que nuestro paciente sufra por dolor

miércoles, 22 de junio de 2016

Hay que vacunarse antes que llegue el bravo invierno

Don Octavio era un paciente de 79 años, diabético e hipertenso, regularmente medicado así que su diabetes e hipertensión estaban controladas. Don Octavio había fumado muchos cigarrillos durante su juventud que le dejó una secuela de enfisema crónico, presentando la llamada tos de fumador (que popularmente se conoce como la “tos de perro”). Casi todos los años durante los meses de junio a agosto Don Octavio solía resfriarse llegando a tomar cama por varias semanas, generalmente estos resfríos se complicaban con neumonías en la que era necesario administrar antibióticos, hasta que en muchas ocasiones se tenía que hospitalizar puesto que dichos antibióticos tenían que ser administrados a la vena.
Pero las caídas y recaídas eran constantes gracias a estas gripes frecuentes, así que el organismo y el estado general de Don Octavio se iba deteriorando cada vez más. Había envejecido más y el enfisema empeoraba pues se cansaba cada vez con menores esfuerzos físicos.
Acudió a mi consulta una vez y luego de escuchar su historia clínica y de examinarlo le recomendé que debía de ser vacunado contra la influenza, al principio tanto como Don Octavio como su hija se sorprendieron pues creían que las vacunas eran solo para los niños, les expliqué que no era así y que nuestro paciente se iba a beneficiar mucho. Luego de administrarle la vacuna en el mes de mayo, ese año Don Octavio no se enfermó no adquirió la gripe y pasó un agradable invierno, eso sí cuidándose, abrigándose y no ingiriendo bebidas heladas.
Existen muchos mitos con respecto a las vacunas, desde que ocasionan autismo, a que ocasionan más enfermedad de la que se desea prevenir o que tienes sustancias tóxicas como el mercurio. Lo cierto es que uno de los grandes triunfos de la salud pública contra las enfermedades infecciosas es debido a la administración de las vacunas. Que pudieran ocasionar alguna reacción adversa de manera individual a un paciente en particular no es motivo para desacreditarla y mucho menos evitar y hacer campañas contra su empleo.
Las vacunas hacer mucho bien y están promovidas por los organismos más serios del planeta como la Organización Mundial de la Salud.
¿Dónde se puede uno vacunar? La vacuna contra la influenza es gratuita y se puede adquirir en cualquier centro de salud del MINSA o de EsSalud. Uno puede optar por la opción privada, en donde puede acudir a algún laboratorio privado y aplicarse la vacuna.
¿Quiénes deben de vacunarse contra la influenza?: Mayores de 65 años, personal de salud, menores de 65 años con alguna enfermedad crónica debilitante: diabetes mellitus, obesidad, enfisema, asma, cáncer, niños de 7 a 23 meses, embarazadas y puérperas los que se encuentren agripadas/ resfriadas y con fiebre deben evitar vacunarse hasta que pase la gripe.
Actualmente ya comenzó la campaña de vacunación desde el mes de mayo, por lo que recomiendo a todas las personas con indicación a hacerlo, lo más pronto posible, pues ya se viene el invierno y este promete ser más rudo y agresivo este año.
El momento de vacunarse contra la influenza es antes que aparezca el frío es decir el invierno, y en nuestra región que pertenece al hemisferio sur en donde nuestro invierno comienza el 20 de junio, debemos de vacunarnos durante los meses de abril o mayo que es el mejor momento. Recuerdo una vergonzosa medida de salud pública que un gobierno anterior realizó una campaña de vacunación contra la influenza en el mes de septiembre cuando ya comenzaba a aparecer el calor y se estaba yendo el frío.

El Dia del Padre Adulto Mayor

El Dia del Padre Adulto Mayor


Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
consultas@geriatrasandoval.com

Hay padres malos; pero también hay hijos malos; sin embargo, como estamos en el Día del Padre no cabe mencionar el comportamiento incorrecto de los que nos dieron la vida sino resaltar su esfuerzo para que enfrentemos la vida.
El padre es el ejemplo y mejor libro del hijo, es el héroe y el todopoderoso de un infante que está creciendo. Es la huella, es la señal por donde el hijo irá caminando. Los padres buenos que hoy son celebrados son fundamentales para tener ciudadanos buenos. Padre bueno, hijo bueno. No falla.
Hablemos un poco sobre cómo surge la celebración. En algunos países, el Día del Padre se celebra el 19 de marzo por ser el día de san José. En nuestro país y en muchos países de Latinoamérica se celebra el tercer domingo de junio. La historia de este día se remonta a 1909 en Washington, Estados Unidos, gracias a Sonora Smart Dodd, quien quiso honrar la memoria de su padre, un hombre que tuvo 6 hijos y que quedó viudo justo cuando nació el último de ellos y que pese a las dificultades de esos tiempos pudo sacar adelante a sus hijos dándoles salud y educación.
Sonora quiso que esta fecha se celebrase los 19 de junio porque ese era el día del cumpleaños de su padre, situación que se mantuvo durante mucho tiempo. Posteriormente el presidente de la República de los Estados Unidos Lyndon Johnson en el año 1966 firmó un decreto para que se celebrase el Día del Padre los terceros domingos de junio de cada año, tradición que acogieron muchos países como el nuestro y que conserva hasta la fecha.
Al igual de lo que sucede con el Día de la Madre, no debemos esperar un día del año para honrar y querer a nuestros padres, tanto el Día del Padre como el de la Madre son todos los días del año y debemos dar gracias a Dios por la bendición de tenerlos vivos, quienes aún tenemos la suerte de tenerlos.
Debido a que la Madre lleva en su vientre durante nueve meses a su hijo y luego esta permanece en casa la mayor parte del tiempo, el Día de la Madre es más popular y celebrado que el Día del Padre, pero tanto el padre como la madre son responsables de la creación de los hijos; por lo tanto, a ambos se les debería de agradecer y celebrar por igual.
Antiguamente en los colegios se festejaba el Día del Padre con actuaciones y celebraciones, que los escolares realizaban con mucho gusto y alegría, a manera de juegos florales con concursos de bailes, cantos y poesía.
Actualmente, los tiempos han cambiado y ese entusiasmo que se percibía ya no se ve. Ahora, algunos hijos envían solo saludos por las redes sociales como el Facebook que muchas veces sus padres no conocen su funcionamiento y, por lo tanto, esas tarjetas y saludos virtuales no les sirven de nada.
Lo que debería de ser una fiesta familiar de unión de hijos y hermanos que se ven con la frecuencia que se veían antes, pues cada uno va realizando su vida propia en sus respectivos hogares. Algunos incluso se van a vivir lejos del hogar paterno, se convierte en una fiesta comercial en donde los principales beneficiados son los empresarios que venden todo tipo de artículos materiales como ropa, perfumes, muebles etc. Esta fecha se va convirtiendo en una fecha completamente materialista en la cual el regalo físico se convierte en lo más importante y sustituye al regalo espiritual como un abrazo sincero.
En el caso adulto mayor esta situación se pone peor porque siendo el adulto mayor un grupo humano considerado como población vulnerable debido a la disminución de su reserva fisiológica que lo predispone a adquirir algunas enfermedades generalmente crónico-degenerativas que posteriormente lo conducirían a una discapacidad. En vez de ser un grupo protegido por el Estado, la sociedad, la comunidad y la familia es postergado, discriminado e incluso vulnerado en sus derechos.
El 15 de junio de celebró el “Día mundial de toma de conciencia del abuso a las personas mayores” decretado por la Naciones Unidades y la Organización Mundial de la Salud, para hacer conciencia del abuso y maltrato contra el adulto mayor que no es necesariamente un maltrato físico sino que este puede ser un maltrato psicológico y social. Ocurre que aunque parezca mentira el lugar en donde más se maltrata al adulto mayor es en su propio hogar por parte de los miembros de la casa.
He visto cómo en algunas ocasiones los propios hijos en vez de reconocerle a sus padres el amor brindado hacia ellos, y el sacrificio realizado para darles seguridad, educación, abrigo y en especial amor no es retribuido sino que es pagado con indiferencia, discriminación y negligencia (que es la omisión voluntaria o no voluntaria de negarles sus derechos como alimentación, salud, abrigo etc.).
Gracias a Dios, en promedio los peruanos son buenos hijos y los casos descritos representan a una minoría pero que lamentablemente se da en la realidad.
Cuando visito una casa de reposo veo con mucha pena cómo algunos ancianos huéspedes nunca reciben visitas de sus familiares incluso en días festivos como sus cumpleaños, día del padre o fiestas navideñas y estos pobre ancianos ven con pena y resignación como otros padres sí son visitados por sus hijos, nietos y amigos que les traen algún regalito como un bizcocho para compartir.
LOS DEJAN EN EL HOSPITAL
He visto casos extremos de hijos que se niegan a recoger a sus padres del hospital cuando estos están de alta médica aduciendo una serie de pretextos con tal de no llevárselos, siendo el más común que su padre aportó muchos años de su sueldo al seguro y que es obligación del Estado atenderlos para siempre y por siempre, nada más falso pues el Estado le brinda la atención médica y una vez resuelta la fase aguda de la enfermedad y cuando ya no está en riesgo su vida, el adulto mayor debe de volver a su hogar para estar con sus familiares.
En nuestra legislación tanto en el actual Código Civil como el Código Penal está estipulado que los hijos tienen la obligación de atender a sus padres en caso de vulnerabilidad o dependencia e incluso puede darse la situación que los propios padres o la sociedad pueden denunciar a los hijos que no atiendan a sus padres enfermos o en situación de dependencia. Curiosamente esto en la práctica diaria no se da, como si se da el famoso juicio por alimentos que le hace la madre de los hijos cuando el padre no aporta el dinero para la educación y alimentación de ellos.
Incluso está estipulado claramente en los diez mandamientos de la Ley de Moisés en La Biblia que menciona “honrarás a tu padre y a tu madre”.
La Biblia, en Efesios 6: 2,3 dice al respecto: (2) “Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), (3) Para que te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la tierra…
Causa gracia ver a hijos que van a las iglesias a golpearse el pecho y comulgar todos los domingos en las misas mientras ni siquiera visitan a sus padres en los días festivos.
HIJA EXTRAÑA
Conocí a una hija que era voluntaria para cuidar enfermos en un hospital y que iba a misa todos los domingos, pero que tenía abandonado a su padre en el hospital pues no lo recogió a pesar que este ya se encontraba de alta médica aduciendo mil pretextos.
Para un adulto mayor, el bien más preciado independientemente de los objetos materiales es el tiempo que le dediquen sus seres queridos. El ir a visitarlos, hacerles una llamada telefónica vale más para ellos que un perfume o una camisa nueva. Sacarlos a pasear, convidarles un helado en verano o una taza de chocolate en invierno en alguna cafetería o incluso llevarlos al parque y tomar un rato de sol con ellos, es más apreciado y agradecido que un objeto material, de los que probablemente ya los tuvo cuando fueron jóvenes.
Tomemos como ejemplo a otras culturas, en el antiguo Perú, por ejemplo, se valoraba mucho al adulto mayor y existía un consejo de ancianos cuya palabra era Ley, lo mismo que los antiguos griegos y romanos. Las culturas orientales, como el Japón, que tiene el mayor grupo poblacional de adultos mayores en todo el mundo, los padres son venerados y respetados por sus hijos hasta el último día de sus vidas y la familia está atenta para cuidarlos y ofrecerles todo lo que esté a su alcance.
Prediquemos con el ejemplo educando a los niños buenos valores como el respeto hacia el adulto mayor desde el hogar y la escuela para que estos niños cuando sean adultos aprendan a respetar y a valorar a sus padres cuando éstos sean ancianos.
PEDIDO 
Le pedimos al virtual presidente electo Pedro Pablo Kuczynski cumpla su promesa electoral en firmar la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que es un documento de carácter vinculante que lo ha promulgado la Organización de Estados Americanos y que el Perú es uno de los pocos países que aún inexplicablemente no lo suscribe.
Desde el Diario UNO y en particular de mi persona quiero desearles un Feliz Día del Padre a todos los peruanos, trabajadores y jubilados que han hecho que este país sea lo que es, gracias al trabajo de toda una vida, y en especial a los Adultos Mayores que tienen mi respeto, admiración y mi compromiso personal.