domingo, 25 de febrero de 2018

De setenta a setenta y cinco

De Setenta a Setenta y cinco
A proposito de la modificacion de la Ley Universitaria peruana que amplia el plazo para ejercer la docencia universitaria hasta los 75 años


El Dr. Pedro era un médico muy prestigioso, que ocupó diferentes cargos en su vida profesional, llegó a ser el Jefe del Servicio en el hospital donde trabajó, luego ocupó el cargo de director del mismo hospital y posteriormente llegó a ser el Decano del Colegio Médico del Perú. Fue un médico respetado y admirado por todos, por compañeros de trabajo, colegas, enfermeras y todo el equipo de salud, pacientes y sus familiares. Si bien es cierto desempeñó con ganas y esmero su profesión con sus pacientes su pasión y lo que más le gustaba era la docencia universitaria. Nunca faltaba a clases, tanto las teóricas como las de prácticas. Nos llamaba a todos sus alumnos por su nombre y nos daba consejos no solo de medicina sino de la vida misma.
Recuerdo que en la cúspide de su carrera y siendo Decano del Colegio Médico del Perú nunca dejó de ir al hospital para cumplir con sus clases prácticas de medicina, a pesar del importante cargo que desempeñaba, nunca pidió licencia y cumplió a cabalidad todas sus clases programadas.
Don Pedro como todos lo llamábamos con gran respeto, cuando cumplió los setenta años, se jubiló tanto del hospital como de la universidad. Desde ese día comenzó su verdadero envejecimiento, don Pedro perdió el apetito, entró en una gran depresión y bajó de peso y su estado general se vino en detrimento, su personalidad en general comenzó a decaer.
Tuve la suerte de haber estudiado medicina en la mejor universidad del país, en la que no pagué un solo sol y recibí una educación de primera y tuve el honor de haber sido alumno de grandes maestros, muchos de ellos pasaban los sesenta y setenta años, Maestros y Hombres de primera línea dignos de admiración que enseñaban no solo lo que está en los libros sino que enseñaban lo más importante que puede esperar un alumno, lo que no se encuentra en los libros, que es la experiencia.
Siempre he comentado que el envejecimiento es un proceso heterogéneo y que no todas las personas envejecen de la misma manera, algunos llegan a los setenta años de manera independientes con alguna enfermedad crónica recibiendo sus medicinas y controlando sus molestia de manera regular (envejecimiento usual), otros llegan a los setenta en pésimas condiciones funcionales, llegan amputados, ciegos, en diálisis etc, (envejecimiento patológico) y otras personas llegan a los setenta años en excelentes condiciones físicas y mentales, llegan independientes, conduciendo autos, despertándose a las 6 am y acostándose muy tarde, trabajando todo el día en diferentes lugares y atendiendo a su hogar (el envejecimiento exitoso)
Entonces si una persona llega en buenas condiciones físicas y mentales y sobre todo con ganas de continuar trabajando, en especial enseñando en la universidad por qué y cuál es la razón de discriminarlo por la edad.
Luego de una presión realizada a todo nivel, tanto en las aulas universitarias, gracias a los medios en donde se exigía una modificación de la Ley Universitaria que automáticamente separaba de sus aulas a las personas que cumplían los setenta años, el 23 de noviembre del año pasado se modificó el artículo 84 de la Ley 30220, Ley Universitaria, en donde se amplía la edad máxima para poder ejercer la docencia universitaria a setenta y cinco años.
Me parece un hecho de justicia, muchas personas adultas mayores desean continuar enseñando en la universidad y compartiendo sus conocimientos y sus experiencias. Grandes maestros nos manifestaban que el acto de enseñar los mantenían activos como personas sino que además les permitían continuar aprendiendo día a día de manera constante, tanto de los últimos conocimientos como también de sus alumnos pues la enseñanza siempre ha sido bidireccional.
Hoy en día se cuentan con tecnologías impensables hace algunos años, como los teléfonos celulares inteligentes en donde desde cualquier lugar uno puede entrar a los buscadores tanto los generales como el Google o buscadores más especializados y nos permiten obtener la última y más actualizada información. Ya pasó la época de cargar los grandes tratados de medicina, que eran libros enciclopédicos muy grandes, hoy en una memoria USB podemos tener 100 tratados (libros) juntos.
En el caso de la medicina a pesar de los nuevos conocimientos y las nuevas tecnologías, a pesar de contar con nuevas y modernas herramientas, la medicina nunca dejará de ser una profesión humanística en donde el médico trabaja con un ser humano doliente, con familiares dolientes, que sufren y se preocupan por sus enfermos. Trabajamos con seres humanos que sufren la enfermedad de ellos y la de sus seres queridos. Y ninguna tecnología podrá enseñar esos grandes conocimientos que nos enseñaron y dejaron con su ejemplo nuestros maestros.
Desde esta columna quiero brindar y manifestar mi homenaje y reconocimiento a mis maestros Sanmarquinos muchos de ellos fueron adultos mayores comprometidos con una causa común, que es la salud del pueblo, a todos ellos muchas gracias queridos maestros.
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
pachogeriatra@yahoo.es

sábado, 24 de febrero de 2018

Cuando se desaparece o se pierde un enfermo con Alzheimer



Cuando se pierde o se desaparece un enfermo con Alzheimer

Una entrevista que me realizaron en canal 9, ATV + noticias

A proposito del extravío de un destacado periodista adulto mayor quien padece de este mal y que se extravio. Gracias a Dios fue encontrado sano y salvo




Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
pachogeriatra@yahoo.es

domingo, 18 de febrero de 2018

Los mayores al volante

Los Mayores al Volante



Juan es un coronel retirado de la Fuerza Aérea del Perú y de paso mi paciente desde hace muchos años, tanto así que hemos entablado una bonita amistad, él además de haber sido un gran piloto de aviones durante su juventud, ha recorrido, manejando su auto, por casi todo Sudamérica en compañía, de su querida esposa, Martina, que en gloria esté.
Hace unos días, Juan estaba feliz porque le habían renovado su licencia de conducir, pero sus hijas no lo estaban, y me pidieron una consulta sobre la necesidad de que su papá ya no maneje su auto, un Ford de los años ochenta, de ocho cilindros, importado de los EEUU.
Juan a pesar de sus ochenta años, es un hombre totalmente lúcido, activo e independiente. Tiene una ligera dificultar para ver, pues ha sido operado de cataratas, pero ese problema lo resuelve con el empleo de anteojos para la visión de lejos. Sus hijas mencionan que debido a su elevada edad, su padre ya no debería de manejar y Juan ha manifestado que “manejar es su vida” y que si no se lo permiten, él se “iba a morir”.
Este caso no es el único que he visto a lo largo de mi carrera como geriatra, es uno de muchos casos.
Conducir un auto es una actividad muy compleja que requiere de mucha pericia y pone en funcionamiento muchas habilidades neurológicas, como el tener buenos reflejos, estar bien cognitivamente, o sea tener funcionando adecuadamente la memoria, atención, orientación, juicio, pensamiento abstracto, capacidad adaptativa, resolución de problemas, etc. además de mantener conservada el esquema corporal, la fuerza motora, coordinación motriz, la sensibilidad y un adecuado procesamiento sensorial que incluye la integración de los sentidos, como la visión audición, olfato y el tacto.
En nuestro país se le otorga el permiso para conducir a partir de los 18 años, a la persona que haya demostrado, (a través de un examen práctico y teórico de manejo, más un examen de salud, que incluye el buen estado general de la persona, una prueba de la visión, audición y de reflejos), la experticia en la conducción de vehículos, el cual debe de ser renovado periódicamente.
No se puede fijar una edad límite que determine hasta cuándo se puede obtener la licencia de conducir, sino que va a depender de las condiciones físicas y mentales en las que se encuentre la persona, el cual deberá de pasar por un examen periódico demostrando tener las competencias para poder obtener dicho permiso.
Sabemos que con el tiempo y el paso de los años, se presentan alteraciones sensoperceptivas en el adulto mayor, tales como la respuesta más lenta a los cambios de iluminación, a las situaciones de peligro o de estrés, la disminución del campo visual, menor agudeza para detectar los objetos en movimiento y las distancias entre sí, mayor tiempo necesario para procesar la información.
LOS ACCIDENTES 
Lamentablemente existe mucho prejuicio en relación al ver a un adulto mayor manejando. La gente murmura y voltea a ver como si fuera una novedad, esto se conoce como “viejismo”, que es el prejuicio que tiene la gente y la sociedad en todo lo relacionado al envejecimiento y los adultos mayores.
Lo interesante es que de todos los accidentes de tránsito, la mayoría de estos accidentes son ocasionados por gente joven y sin experiencia o en estado de ebriedad mientras que la tasa de accidentes ocasionados por adultos mayores es apenas del 10%. Es decir, los adultos mayores son más cautos que los jóvenes a la hora de manejar además tienen mucha más experiencia que un joven en las pistas.
Según el Reglamento Nacional del Sistema de Emisión de Licencias de Conducir, aprobado por el Decreto Supremo Nº 007-2016-MTC. La edad máxima para conducir vehículos pesados y de servicio profesional es hasta los ochenta años.
Hoy en día no es raro ver a personas adultas mayores conduciendo un vehículo motorizado, incluso recogiendo a los nietos del colegio. En otras sociedades en especial en los países desarrollados en donde los adultos mayores se jubilan con un buen sueldo, suelen recorrer el país manejando sus propios vehículos, algunos lo hacen en carros rodantes o campers, que son todas unas casas rodantes con todas las comodidades, tienen camas, cocinas, refrigeradoras, música etc., pueden pasar meses recorriendo el país de norte a sur y de este a oeste. Lamentablemente en nuestro país debido a la precariedad económica de las pensiones y a la inseguridad de las carreteras esa costumbre no se ve con mucha frecuencia.
En Estados Unidos, aun se le otorgan licencia para conducir aviones a algunos adultos mayores que han logrado pasar el examen médico y de competencias y habilidades, por lo tanto, no hay razón para discriminar al adulto mayor que desea y puede conducir un automóvil.

jueves, 15 de febrero de 2018

Cuidado con el golpe del calor



En el Cerebro existe un importante órgano llamado hipotálamo, llamado así porque justo está situado debajo del tálamo que es una estructura más grande en el cerebro. El hipotálamo dentro de sus muchas funciones se encarga de la regulación del calor y el frío en nuestro organismo.
Cuando baja la temperatura y comienza el frÍo, el hipotálamo le avisa a todo el organismo para que genere calor a través del gasto de la energía, el cuerpo comienza a moverse, (nosotros de manera inconsciente nos frotamos las manos y el cuerpo), nos ponemos más ropa y nos abrigamos. Cuando la temperatura sube, (comienza a aumentar el calor), el hipotálamo avisa al organismo y nos vamos quitando la ropa, nos mojamos el cuerpo, abrimos las ventanas y tratamos de refrescar el ambiente.
El hipotálamo en los niños como los adultos mayores, que son quienes tienen las edades extremas de la vida tiene características diferentes, en el caso de los niños aún no está desarrollado y en los adultos mayores está un tanto atrofiado (así como algunas estructuras del cuerpo), por lo que en estas etapas de la vida, no regula bien en las situaciones de frÍo o calor, ocurriendo casos de hipotermia (baja de temperatura) o hipertermia (alza de temperatura) respectivamente.
Se denomina “Golpe de Calor”, al aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición al sol (insolación clásica), por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación, al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento.
En el caso del Adulto Mayor que ha estado expuesto al sol o a ambientes calurosos, cerrados y poco ventilados, al no tener su centro termorregulador debidamente funcional, no es capaz de percibir la situación de calor, y de manera imperceptible e involuntaria va perdiendo agua y sales, mediante el sudor o transpiración que el cuerpo produce para refrescarse. Por un proceso fisiológico, muy usual, el hipotálamo se atrofie así como muchas partes del cerebro (lo podemos observar en una tomografía cómo el cerebro de un adulto mayor va perdiendo tamaño y agua y va disminuyendo de volumen y con una tendencia a “arrugase”). Al disminuir el tamaño del hipotálamo, la persona adulta mayor tiene menos sed e incluso pierde la sensación de la sed. Es muy frecuente observar que los adultos mayores tomen poca agua y líquidos en general, por lo que debemos de estimularlos y motivarlos constantemente a que beban líquidos.
¿Cómo reconocer si un adulo mayor presenta un caso de Golpe de Calor? Los síntomas y signos que se suelen presentar en el Golpe de Calor son: Tendencia al sueño, aletargamiento, cansancio, debilidad, presencia de calambres, mareos, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, desvanecimiento, dificultad respiratoria, respiración superficial, pulso rápido y débil. Casos extremos puede llegar al coma.
¿Qué se debe de hacer ante un caso de Golpe de Calor? Si su paciente, está aún despierto, pero con algunos de los síntomas mencionados, lo primero que se debe de hacer es rehidratarlo, sobre todo con sales de rehidratación oral, ya sea las “bolsitas salvadoras” del Ministerio de Salud o los preparados comerciales que vienen embotellados, puede bañarlo con agua tibia (nunca helada porque podría ocasionar un efecto opuesto llamado vaso constricción). En el caso de que el sensorio esté comprometido (el estado de conciencia), debe de llevarlo a la emergencia de un hospital para que sea tratado con fluidos a través de la vena y con un manejo más intensivo.
Sol calor intenso temperatura alta
Recomendaciones finales
- No exponer durante mucho tiempo al calor a un adulto mayor, utilizar gorras, sombreros, sombrillas, de preferencia colocaral paciente en lugares con sombra.
- Instarles a beber de manera rutinaria líquidos, a pesar que no tengan sed.
- No colocarles tanta ropa en el verano. Usar ropa ligera.
- Ventilar los ambientes, no cerrar todas las puertas y ventanas y permitir el fluido de aire fresco. Evitar ventiladores directos al cuerpo del adulto mayor.
- Evitar las comidas copiosas y pesadas.
- Siempre tener al alcance agua, para que en caso de necesidad se la consiga rápido.

¡Carnavales, los de mis tiempos!


Carnavales, Los de mis tiempos!




Febrero es el mes más caluroso del año, y debido al calor, a la gente le provoca refrescarse y acudir en masa a las playas y piscinas dependiendo por donde vivan y según sus preferencias.
El Perú es un país privilegiado, porque tiene una amplia costa con innumerables playas para todos los gustos, siendo las del norte del país las preferidas, porque sus mares son más templados y sus aguas muy transparentes, sin embargo, las demás playas del litoral no se quedan atrás, tienen su encanto y todos acudimos a las playas en verano.
Debido al fuerte calor, existe una costumbre, sobre todo en los barrios populares de Lima y Callao llamado “Juego de Carnavales” que consiste en echar agua con baldes o globos llenos de agua y “bañar” con agua fresca a todos los transeúntes que pasan por donde se está jugando.
En el Perú generalmente se suelen jugar los carnavales los domingos de febrero y la gente lo toman como fiesta popular en donde se juntan amigos y familiares, en donde la gente se moja, se bebe cerveza y por la noche la gente suele aplicarse talco y perfumes al cuerpo continuando los Juegos de Carnaval y se da inicio de la fiesta de Carnavales, con baile incluido, algunas veces baile de disfraces.
Pero la costumbre del carnaval no se limita a los juegos de agua en los barrios populares del Perú, se remonta a fechas muy antiguas desde los egipcios que festejaban al dios Apis, los griegos al dios Baco, con las Saturnales (Fiesta romana, en la cual se realizaba un sacrificio en el Templo de Saturno), posteriormente se convirtió en una fecha del cristianismo, aunque la iglesia no la tiene dentro de sus fechas oficiales. Generalmente, los carnavales inician un jueves (laredo) luego del Miércoles de Ceniza, es decir un día antes de la Cuaresma, que son los cuarenta días previos a la semana santa, que inicia con el Jueves Santo.
Al ser una fiesta pagana, la iglesia no la aceptaba y la gente aprovechaba para realizar todo tipo de acciones impropias como y practicar el libertinaje, de ahí la costumbre del famoso Carnaval de Venecia en donde la gente (especialmente los nobles y ricos) usaban máscaras y antifaces para no ser reconocidos mientras practicaban el libertinaje durante las Fiestas del Carnaval de Venecia.
Existen muchas ciudades famosas por su carnaval, como Venecia en Italia, Tenerife en España y Oruro en Bolivia siendo el más grande y famoso de todos el Carnaval de Río de Janeiro en el Brasil, que es todo un espectáculo multicolor en donde se baila, se bebe y existe un completo desenfreno sexual, tanto así que el municipio de Río de Janeiro reparte preservativos gratuitos una semana antes a todo quien lo pida.
¡Carnavales, los de mis tiempos!
Nuestro país tampoco es ajeno a las fiestas del Carnaval, siendo los más famosos los de Cajamarca, Ayacucho y el de Arequipa, en donde existen comparsas, desfiles, concursos de disfraces y mucha agua con la que la gente se moja, y se bebe mucho, ya que el mes de febrero así lo exige.
En los tiempos de nuestros abuelos, aparecían dos personajes que alegraban la fiesta de carnavales: “Ño Carnavalón” ( personaje que representa el alma de los carnavales andinos) y el Rey Momo, que representaba al alcalde mientras durasen las fiestas de carnaval.
En Lima durante el gobierno del Presidente Augusto B. Leguía, se solían celebrar los Carnavales en Lima, mediante comparsas, desfiles, corsos y concursos de disfraces
Pero fue muy criticado porque eran fiestas clasistas y discriminatorias, dirigidas a una minoría aristocrática a diferencia de las que ocurrían en Cajamarca, Ayacucho y Arequipa, en donde participaban todos incluido el pueblo.
Siendo Lima una ciudad desértica con poca agua, los gobiernos de turno siempre han recomendado de que no se jueguen los carnavales porque el agua escasea y es injusto que mientras muchos compatriotas no gocen del agua potable, otros la desperdicien “bañando” al que pasa.
Hoy en la actualidad no solo se bebe y se baila hasta muy tarde, sino que el carnaval se ha convertido en motivo de borracheras y vandalismo, mojando a todo el que pase en especial a la mujeres jóvenes, donde los vándalos, no solo les echan agua, sino además pintura, barro y demás tintes, faltándoles el respeto a las señoritas que pasan inocentemente.
Siempre he oído decir a mis pacientes y parientes adultos mayores la expresión: ¡Carnavales, los de mis tiempos!, en donde se mojaba al que deseaba jugar, en donde se respetaba al vecino y al amigo que iba a trabajar y no se le mojaban, se bailaba y bebía pero sanamente, en una casa de familia y nunca se llegaba al vandalismo, como se hace en la actualidad.

lunes, 5 de febrero de 2018

Cuidado con el golpe de calor

Cuidado con el Golpe de Calor
En especial con los Adultos Mayores


En el Cerebro existe un importante órgano llamado hipotálamo, llamado así porque justo está situado debajo del tálamo que es una estructura más grande en el cerebro. El hipotálamo dentro de sus muchas funciones se encarga de la regulación del calor y el frío en nuestro organismo.
Cuando baja la temperatura y comienza el frÍo, el hipotálamo le avisa a todo el organismo para que genere calor a través del gasto de la energía, el cuerpo comienza a moverse, (nosotros de manera inconsciente nos frotamos las manos y el cuerpo), nos ponemos más ropa y nos abrigamos. Cuando la temperatura sube, (comienza a aumentar el calor), el hipotálamo avisa al organismo y nos vamos quitando la ropa, nos mojamos el cuerpo, abrimos las ventanas y tratamos de refrescar el ambiente.
El hipotálamo en los niños como los adultos mayores, que son quienes tienen las edades extremas de la vida tiene características diferentes, en el caso de los niños aún no está desarrollado y en los adultos mayores está un tanto atrofiado (así como algunas estructuras del cuerpo), por lo que en estas etapas de la vida, no regula bien en las situaciones de frÍo o calor, ocurriendo casos de hipotermia (baja de temperatura) o hipertermia (alza de temperatura) respectivamente.
Se denomina “Golpe de Calor”, al aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición al sol (insolación clásica), por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación, al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento.
En el caso del Adulto Mayor que ha estado expuesto al sol o a ambientes calurosos, cerrados y poco ventilados, al no tener su centro termorregulador debidamente funcional, no es capaz de percibir la situación de calor, y de manera imperceptible e involuntaria va perdiendo agua y sales, mediante el sudor o transpiración que el cuerpo produce para refrescarse. Por un proceso fisiológico, muy usual, el hipotálamo se atrofie así como muchas partes del cerebro (lo podemos observar en una tomografía cómo el cerebro de un adulto mayor va perdiendo tamaño y agua y va disminuyendo de volumen y con una tendencia a “arrugase”). Al disminuir el tamaño del hipotálamo, la persona adulta mayor tiene menos sed e incluso pierde la sensación de la sed. Es muy frecuente observar que los adultos mayores tomen poca agua y líquidos en general, por lo que debemos de estimularlos y motivarlos constantemente a que beban líquidos.
¿Cómo reconocer si un adulo mayor presenta un caso de Golpe de Calor? Los síntomas y signos que se suelen presentar en el Golpe de Calor son: Tendencia al sueño, aletargamiento, cansancio, debilidad, presencia de calambres, mareos, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, desvanecimiento, dificultad respiratoria, respiración superficial, pulso rápido y débil. Casos extremos puede llegar al coma.
¿Qué se debe de hacer ante un caso de Golpe de Calor? Si su paciente, está aún despierto, pero con algunos de los síntomas mencionados, lo primero que se debe de hacer es rehidratarlo, sobre todo con sales de rehidratación oral, ya sea las “bolsitas salvadoras” del Ministerio de Salud o los preparados comerciales que vienen embotellados, puede bañarlo con agua tibia (nunca helada porque podría ocasionar un efecto opuesto llamado vaso constricción). En el caso de que el sensorio esté comprometido (el estado de conciencia), debe de llevarlo a la emergencia de un hospital para que sea tratado con fluidos a través de la vena y con un manejo más intensivo.