miércoles, 29 de enero de 2014

La Generacion Sandwich

La “Generación Sandwich”

Es un término coloquial, atribuido al grupo poblacional que estaría entre los 40 y 60 años y que por un lado tiene hijos adolescentes y jóvenes que por razones varias aún no han dejado el hogar y por el otro lado tienen a sus padres ancianos, probablemente padeciendo de alguna enfermedad crónica sino una discapacidad.
Se dice que la persona en este caso las personas que tienen Padres ancianos e hijos jóvenes serían el jamón o la jamonada del sándwich y los Padres e Hijos serían cada uno las tapas del pan, o sándwich.
Este término fue acuñado al psicólogo estadunidense Quaeshi Walker quién notó que por un lado el aumento de la esperanza y expectativa de vida de la población y en especial del grupo de los ancianos mayores de 80 años, que justo es el grupo poblacional que presenta mayores problemas médicos como enfermedades crónico degenerativas, discapacidad y  que es el mayor consumidor  de los recursos sanitarios y hospitalarios del medio.  De manera que al aumentar los ancianos en general también aumentan los abuelos en casa, pero lamentablemente con una carga de enfermedad muy considerable.
Por otro lado se ha postergado la edad del compromiso o del matrimonio, antiguamente bastaba terminar la adolescencia para formar un hogar, ya sea a través del matrimonio o la convivencia. Anecdóticamente, mis pacientes ancianos me comentaban a manera de broma, que la prima Julia o la prima Juana por decir algún ejemplo era la solterona del barrio pues ya había cumplido los 25 años y aún no se había casado. Hoy en día las personas jóvenes tanto hombres como mujeres han postergado la fecha del compromiso matrimonial para después de culminar los estudios, hace unos años, eran los estudios secundarios, luego fueron los estudios universitarios y ahora la maestrías y porqué no una rotación de capacitación externa al extranjero. Es decir las parejas de hoy se están comprometiendo a los 40 años y ya no es ninguna novedad.
Finalmente dada la crisis, la competencia laboral muchos jóvenes aún permanecen en casa de los padres, ya sea porque así lo han decidido o porque aún no han logrado la independencia económica. Algunos llevan a la pareja a la casa de los padres y también al bebe que vendría a ser el nieto y el bisnieto respectivamente.
Todos esos factores contribuyen a que la persona se encuentre entre la espada y la pared atrapado en dos polos opuestos. A veces incluso “las tapas del sándwich” compiten entre ellos, es decir ocurren peleas y pleitos entre nietos y abuelos por la atención que exigen a los padres o hijos respectivamente.
Como todo grupo humano que vive en sociedad, se debe de negociar esta convivencia, se les puede incluso pedir que los hijos jóvenes colaboren con el cuidado de los abuelos, o al revés que los abuelos cuiden o vigilen a los nietos (siempre y cuando esté en condiciones de hacerlo).
Es necesario recordar que muchas veces el hijo atrapado entre estos dos polos opuestos también tiene hermanos y no es justo que sea él, el que pague con todo, los hermanos también deben de colaborar y poner su grano de arena, pues al final todos son hijos de los mismos padres.
La situación muchas veces se pone caótica entonces se debe de pedir ayuda profesional que más que un remedio o fármaco debe de abordarlo desde el punto de vista de la asistenta social y los psicólogos.
Viendo el lado positivo, pues tampoco se debe de ver como una tragedia, sería una buena oportunidad para vivir un gran hogar una gran familia intergeneracional en donde los nietos tienen el privilegio de vivir con sus padres y abuelos y aprender y compartir el tiempo y la existencia.

Hasta pronto si Dios lo permite
Dr. Carlos Sandoval Cáceres - Médico Geriatra
Consulta: Clinica los Andes 221 0468

lunes, 27 de enero de 2014

Las Casas de Reposo

Conversando Con Tu Geriatra
Las Casas de Reposo
Un Mal necesario
También conocido como Centros Geriátricos, Geriátricos, Hogares de Ancianos o Asilos, su sola mención produce miedo y pánico a los ancianos y también a los propios hijos.
En sus inicios eran lugares dirigidos y regentados por órdenes religiosas, ya sean curas o monjas, y básicamente eran lugares a donde iban gente sin hogar, menesterosos, sin familia a terminar de vivir, los últimos días de su vida básicamente viviendo de la caridad.
Posteriormente pasaron a formar parte del sistema de salud de la comunidad, o del Estado creándose instituciones como La Beneficencia Pública de Lima quienes actualmente regentan los asilos de ancianos del estado. También participan las ONGs, (Organismos No Gubernamentales), los municipios y continúan los religiosos prestando un servicio, generalmente orientado a ancianos pobres, desamparados y sin hogar.
Pero en su gran mayoría, hoy en día las Casas de Reposo son negocios personales, o familiares con fines lucrativos como cualquier negocio que ofrece y presta un servicio a quien lo pueda pagar y las tarifas van a variar desde el distrito en donde se ubique, el tamaño de la habitación y si tiene una cama o varias a la vez, si la habitación está en el primer o segundo piso etc.
El modelo clásico de la familia de hace años ya cambió, hoy las familias están conformadas por menos personas y la mujer ya dejó de ser un ente pasivo dedicado al hogar, y se convirtió en una persona activa que trabaja con profesión, maestrías con muy poco tiempo para dedicarlo a la casa  y aporta igual y a veces más que el esposo.
Todo esto aunado a una mayor esperanza de vida hace que la necesidad de las Casas de Reposo hayan aumentado exponencialmente y al haber varias de ellas, estas compitan entre sí brindando mejores servicios cada vez.
El lugar ideal para vivir, envejecer y morir es el propio hogar, el propio domicilio, pero cuando la situación se hace insostenible por ejemplo, una casa vacía en donde solo vive un anciano que necesita de cuidados continuos, ancianos solteros o viudos sin hijos, o hijos en el extranjero o que trabajan todo el día y no hay quien vea y atienda a los padres, no queda otro mejor recurso que acudir a llevar a nuestros padres a una Casa de Reposo.
A la hora de llevar a nuestros Padres a una Casa de Reposo hay que tomar en cuenta algunas recomendaciones.
Que no “mezclen” a todos los pacientes unos con otros, pues no todos los ancianos envejecen igual, algunos sufren de demencias, otros son independientes y otros son lúcidos pero no pueden caminar.
Las Casas de Reposo deben de contar con personal preparado para trabajar con Adultos Mayores pero sobretodo personal con empatía.
Deben de contar con programas de rehabilitación integral, con terapistas, físicos, ocupacionales y del lenguaje.
Realizar actividades extramuros (fuera de la Casa) como paseos y visitas por lo menos al parque y a la iglesia, a los ancianos que pueden salir.
Contar con una nutricionista.
Limpieza de toda la Casa desde los baños, cocina, y habitaciones
Horarios de apertura flexible para hijos que no tienen un horario definido
Pero sobretodo deben de ser lugares en donde mas que la compasión se exprese el AMOR al anciano.
Hasta Pronto si Dios lo permite
Dr. Carlos Sandoval Cáceres - Médico Geriatra
Clinica Los Andes 2210468
E-mail: pachogeriatra@gmail.com  pachogeriatra@yahoo.es 

domingo, 26 de enero de 2014

El Medico de Cabecera


El Médico de Cabecera
Antiguamente, todos los miembros de una familia eran atendidos por un médico de familia o médico de cabecera, quien atendía a todos los miembros de una familia desde los pacientes más pequeños desde que nacían,  pasando por los niños más grandecitos en edad escolar, luego a los adultos y finalmente  a los mayores de la familia es decir a los abuelos. El médico de familia con el tiempo llegaba a constituirse en un miembro más de la familia, conocía a todos los miembros de esta por su nombre de pila, y entraba a las casas con la familiaridad de un tío o un padrino.
Muchas veces los hijos de los hijos que el médico de familia atendía también eran atendidos  luego por el médico de familia, de manera que éste llegaba a atender a dos o tres generaciones de una familia. Cuando había celebraciones familiares como bautismos, graduaciones o matrimonios, los médicos de familia acudían a participar de las celebraciones y ya no como médico, sino como amigos de la familia.
Con el desarrollo de la medicina y el conocimiento cada vez mayor de las enfermedades, la aparición de nuevos aparatos para diagnósticos de enfermedades cada vez más complejas, el conocimiento de nuevos tratamientos, la Medicina comenzó a especializarse y empezaron a aparecer los especialistas.
Y con la aparición de los especialistas el concepto de médico de familia o de cabecera se comenzó a perder. Los enfermos del corazón eran visto por el cardiólogo, los del pulmón por el neumólogo, los de riñón por el nefrólogo y etc. Todo esto asociado a un tratamiento hospitalario en del número de pacientes en un turno de 4 a 6 horas era muy grande y el tiempo que un médico le podía dedicar a la consulta a su paciente muy breve. La relación médico paciente comenzó a perder la calidad que tenía antes. La consultas comenzaron a ser impersonales, breves y frías. Y ya no se conversaba de todos los temas ni se trataban temas personales, incluso ya no se veían dolencias de otros órganos y sistemas sino solo la especialidad del médico especialista. De manera que si un pacientes acudía al cardiólogo y le comentaba al doctor que está triste y cansado éste lo envía al psiquiatra y asunto arreglado y que pase el siguiente paciente.
En el caso del adulto mayor consideramos que se debe de volver al médico de cabecera, debido a que el adulto mayor tiene varias dolencias a la vez, generalmente toma varios remedios o medicinas y a parte de las enfermedades, el adulto mayor comienza a presentar dificultades para movilizarse, vestirse y muchas veces hasta para alimentarse.
El médico de cabecera no debe de limitarse al diagnóstico de su paciente y recetarle una medicina, el médico de cabecera debe de ver a su paciente como a un ser integral, analizándolo completamente desde una visión bio, psico, social y espiritual. Debe de conocer bien a su enfermo, y debe de llegar a ser amigo, su socio, su cómplice, su “compinche”
Yo abogo y apuesto por el sistema antiguo del médico de familia o cabecera que había antes y que se vuelva a la medicina no como una relación fría e impersonal en donde solo se va por una receta sino por una medicina personal, cálida en donde el paciente vea que no sólo es recetado con unas cuantas medicinas sino que es atendido como un verdadero ser humano.
El médico de cabecera puede ser un médico general comprometido con su paciente, pero de preferencia que será un geriatra ya que tiene los conocimientos y experiencias en el trato completo y adecuado del Adulto Mayor.

Hasta pronto si Dios lo permite



Consultas, Servicio de Geriatría de la Clínica Los Andes, 221-0468

sábado, 25 de enero de 2014

El Envejecimiento Exitoso

Conversando con tu Geriatra
El envejecimiento Exitoso

Muchas veces nos hemos preguntado la razón del porque algunas personas envejecen más rápido que otras y peor aún, porque algunas personas envejecen de manera más intensa que otras.
No es ninguna novedad ver a personas de 80 años, conduciendo autos, yendo al banco, navegando en internet y llevando una vida completamente activa y plena y tampoco es ninguna novedad ver a personas que llegan a los 60 años ciegos, amputados, dependientes de otras personas y completamente envejecidos.
Podemos ver que el envejecimiento no es homogéneo ni igual para todas las personas, y en donde intervienen muchos factores, desde el hereditario, que no podemos modificarlo, la situación económico social que tuvo en su infancia y en donde pudo o no haber tenido un buen acceso a la salud que va desde un buen chequeo prenatal, infantil, con sus vacunas y luego el acceso a la salud en caso se enfermase. Finamente existen los factores modificables en donde si se puede intervenir para tratar de llegar a una vejez exitosa, plena y sobretodo independiente y productivo.
La Actividad Física, en donde se incluye el deporte, las caminatas, la natación etc.
La Actividad Mental, en donde se incluyen los hábitos de la lectura desde revistas diarios hasta novelas y ensayos,  el uso de crucigramas, pupiletras, en donde uno mantiene la mente activa.
La Actividad Social, en donde uno interactúa con otras personas, intercambia ideas, vivencias y experiencias. Recordemos que el hombre e “un animal social”.
Los Chequeos Médicos, en donde se incluye una buena dieta, una buena higiene del sueño, controles de presión arterial y el tratamiento de todas las enfermedades si las presentase.
Paz Espiritual, si bien es cierto no esta en los libros ni se enseña en las universidades, está demostrado que las personas sin odios, envidias y en paz consigo mismo llevan una vida y una vejez más placentera.
Si ponemos énfasis en estas recomendaciones, es un gran paso para asegurarnos sobre todo una vejez independiente, plena y placentera.
Hasta Pronto si Dios lo permite

Dr. Carlos Sandoval Cáceres   Médico Geriatra
Cel. 999462423 E-mail pachogeriatra@gmail.com

Consultas: Clinica los Andes 221-0468